miércoles, 13 de febrero de 2013

DE CARTÓN PIEDRA


Al tocar su fría piel, hecha de cartón piedra, sentía, que ella no le sentía, al igual que el perro de escayola que vigilaba su entrada o como el cuco de madera que le daba las horas, horas lentas y solitarias, en aquella enorme casa, tan llena de cosas, tan vacía de vida.
Enanitos de piedra adornaban su jardín, pero, por más que les hablara, jamás le respondían.
La más frustrante era ella, siempre allí sentada, con la mirada perdida.

Quería que su sonrisa no estuviera pintada, que sus besos fueran cálidos, escuchar su respiración cuando la tumbaba con él en la cama, que sus dedos se movieran, que el reverso de su palma, acariciara sus mejillas.
Ansiaba que le tocara, deseando convertir en verdad, aquella cruel mentira.

NATURALEZA


Las nubes toman las montañas, para sentir las cosquillas de los árboles en sus blancas barrigotas, después, suben al cielo, para tocar los rayos del sol con su cabeza.

Los árboles estiran sus ramas, para que el pose de los pájaros, 
les haga sentir acompañados.

Los copos de nieve, se funden en las hojas perennes y, ese frío, hace que se sientan vivas.

Las flores descansan sobre la hierba verde, sus alegres colores, atraen a las mariposas, estas beben de su néctar, la recompensa, esas finas patitas que acarician sus pétalos.

Las ardillas trepan por los troncos, los osos pisan la firme tierra, los peces nadan en los ríos…

La naturaleza siente, vive, toca…

HABITACIÓN A OSCURAS


Suaves melocotones siento en las yemas de mis dedos al tocar tu piel.
Un pañuelo de seda en mi cuello, es tu melena, cuando me acurruco en tu pecho.
Mi oreja nota el compás, de los latidos de tu corazón.
Acaricio con mi lengua, los sabores de tu boca.
Recorro con mi nariz, todo tu cuerpo desnudo.
Entrelazo mis piernas a las tuyas, para sentirte en mí.

Descansamos un instante, mojados sobre la cama.
Enciendo la luz del cuarto, para ver tu belleza, la que hace un rato tocaban mis manos.
Como antes te desnudé, ahora te visto lentamente.
Abrocho los botones de tu camisa, ato los cordones de tus zapatos...

Te miro a los ojos y te digo “Nos vamos?”.

Salimos a la calle, llueve, hace frío, tus labios rozan mis labios, hace calor, la lluvia me refresca, cierro los ojos, para volver a sentir tan sólo, en sentido del tacto...