Después de ver como han resumido diez años de mi vida con un cheque y un adiós sin ni tan siquiera mirarme a los ojos.
Después de asimilar los cambios, entender, ver y saber quién me quiere y me ha querido y al que nada le he importado.
Después de una nueva mudanza, esta vez corta en distancia pero larga en semanas.
Ahora que ya puedo decir, que todo está en su sitio.
Ahora que mi vida vuelve a estar ordenada.

Ahora que casi consigo dejar la mente completamente en blanco.
Por fin puedo sentarme, coger mi libreta y sacarle punta al lápiz, llamar a mis musas y tomarme un café con ellas.
Por fin vuelvo a las andadas, a esta pasión de escribir que nunca dí por olvidada.
Vuelvo a las buenas costumbres.
Vuelvo a sentirme inspirada.