sábado, 8 de junio de 2013

COLOURS


Cuenta una leyenda, que una vez, hubo una mujer, que logró traspasar el más puro significado de los colores. Inició un largo viaje desde que empezó a existir. Tiñó cuerpo y alma cada vez, de un distinto color. Caminando por cada uno de ellos, se dejó llevar por todos ellos. A cada paso una emoción distinta, una nueva experiencia con la que crecía. A cada color, una nueva sensación. Y así fue como ella los sintió...

Nació en la pureza del BLANCO, llena de vida, vacía de experiencias. Un nuevo mundo, iluminaba su mirada. Pequeña, frágil y con tanto por descubrir, inició el principio de un largo camino. Los puños cerrados, los ojos bien abiertos, tanto por hacer, tanto por aprender, sin conocer el significado de la palabra miedo, vestida completamente del inmaculado blanco, se sentía capaz de enfrentarse a mil peligros, aún por ella desconocidos.

Acurrucada en el ombligo de "Madre Naturaleza", hizo de tronco sus pies, hizo de ramas sus manos. Se tornó VERDE todo su ser. De sus dedos brotaban semillas, cada semilla, una nueva vida. Parió todo un bosque de árboles sembrados, hasta que, una a una, todas sus hojas, fueron cayendo. Envejecer, para de otro fruto, volver a nacer. Un círculo que se cierra y se abre, un morir y un nacer constante.

Su cuerpo se hizo agua al llegar al mar AZUL. Se dejó llevar por el vaivén de las olas, empaparon hasta su alma, de amor la volvieron loca, bailó a su son, flotó, se hundió, alegres y caprichosas, cuando de ella se cansaron, la dejaron en una orilla para no verla más. Se hallaba de nuevo en tierra, ya no era agua, pero su cuerpo se volvió a mojar. Gotas de lluvia, corrían por su piel. Una nueva sensación, otra vez loca de amor...

Al llegar las tardes, nubes de malva, pintaba en el cielo con sus propias manos. Contemplaba como un gran sol NARANJA, apagándose, de ella se despedía, dando paso a la noche, saludando a la nueva luna. Era capaz de pintar cielos, despedir soles, saludar a lunas, de crear todo de la nada, de sentirse libre, de sentir que podía andar por un mismo camino, usando cada vez, distintos pasos.

Pintaron el odio y la ira de AMARILLO su corazón. Fueron malos tiempos, en los que sólo veía flaqueza en todo lo que hacía. Para liberar su rabia, buscó enemigos a los que enfrentarse, a cada batalla que ganaba, un estúpido orgullo la llenaba, en una de ellas, fue vencida y, aunque sintió que había perdido, fue la que le dio el valor para teñir su corazón de un nuevo color.

Una gran sonrisa se dibujó en su rostro, al ver a unas niñas con trenzas en el patio de una escuela. Notó el dulce sabor de una nube de algodón bajando por su garganta. Quiso volver a su niñez, así que, se acercó a ellas y se convirtió en una de ellas. Volvió a ser aquella pecosa que hacía travesuras, volvió a reír por cualquier cosa, perdió la sensatez, volvió a vivir aquellos años, en los que la vida, era de color ROSA.

Durante unos años, cambió su ropa por gasas de color LILA. Se convirtió en una preciosa hada. Cumpliendo con sus tareas cada mañana, abría flores, llenaba el río y al caer la noche, lanzaba estrellas al cielo para que iluminaran su camino. Vivía acompañada de seres místicos en un mundo repleto de fantasía, donde todo era hermoso, donde la magia brotaba de sus manos.

Su camino por la vida, la llevó por todo el mundo, a ritmo de samba, viajó hasta Brasil, donde el aroma del café impregnó todo su cuerpo, donde pisaron sus pies la tierra de la selva. Conoció a las tribus, se unió a ellas, aprendió sus danzas, se sentía segura entre aquellos extraños que ahora eran su familia, vivió en sus casas, habló sus lenguas, tuvo siempre a su lado una vieja dama vestida de MARRÓN, que le enseñó, que las cosas se logran con constancia.

Estando en un museo, se convirtió en GRIS estatua de frío metal, aunque un cálido corazón seguía latiendo bajo aquel duro pecho. Cada noche, al cerrar las puertas, sus ojos se abrían, su cuerpo cobraba vida y danzaba por la sala con una música que sólo ella escuchaba. Al llegar la luz del día, de nuevo se tornaba inmóvil y, al volver otra vez la noche, de nuevo en movimiento, así, día tras día, vivía la misma historia, deseando que llegara el momento de salir de esa rutina.

Pintó de ROJO sus labios carnosos. A cada paso que daba cogida de la mano de su amiga la noche, vibraban los suelos de las calles oscuras. Las curvas de su cuerpo, eran sus armas de mujer, le daban las fuerzas necesarias para jugar con los hombres al "querer y no poder". Un río de sangre hecho de llamas sentía arder por dentro. Atada de pies y manos, se dejó llevar por la pasión, vivió con intensidad ese momento, hasta que la calma llegó de nuevo.

Ahora era una bella dama vestida con la elegancia del NEGRO. Modelo de pasarela, una cautivadora vida que la podía llevar a los infiernos, una vida que a ella le pareció sencilla, sin llegar a comprender, que se hallaba sumergida en el más oscuro de los colores, hasta que frente a frente estuvo de ella, de la temida y negra sombra a la que todos llamamos, muerte.


Entonces miró hacia atrás y pudo ver su camino, su experiencia, su evolución, armas que utilizó para enfrentarse a tan horrible final. Cuenta la leyenda, que venció. Y tu? Vencerás?

N. del A: Esto lo escribí para el espectáculo llamado "Colours" de mi gran amigo Juan (http://yanohaylapizypapel.blogspot.com.es/2011/06/juan-en-movimiento.html) al que le debo grandes momentos de inspiración y los que nos quedan..
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miércoles, 13 de febrero de 2013

DE CARTÓN PIEDRA


Al tocar su fría piel, hecha de cartón piedra, sentía, que ella no le sentía, al igual que el perro de escayola que vigilaba su entrada o como el cuco de madera que le daba las horas, horas lentas y solitarias, en aquella enorme casa, tan llena de cosas, tan vacía de vida.
Enanitos de piedra adornaban su jardín, pero, por más que les hablara, jamás le respondían.
La más frustrante era ella, siempre allí sentada, con la mirada perdida.

Quería que su sonrisa no estuviera pintada, que sus besos fueran cálidos, escuchar su respiración cuando la tumbaba con él en la cama, que sus dedos se movieran, que el reverso de su palma, acariciara sus mejillas.
Ansiaba que le tocara, deseando convertir en verdad, aquella cruel mentira.

NATURALEZA


Las nubes toman las montañas, para sentir las cosquillas de los árboles en sus blancas barrigotas, después, suben al cielo, para tocar los rayos del sol con su cabeza.

Los árboles estiran sus ramas, para que el pose de los pájaros, 
les haga sentir acompañados.

Los copos de nieve, se funden en las hojas perennes y, ese frío, hace que se sientan vivas.

Las flores descansan sobre la hierba verde, sus alegres colores, atraen a las mariposas, estas beben de su néctar, la recompensa, esas finas patitas que acarician sus pétalos.

Las ardillas trepan por los troncos, los osos pisan la firme tierra, los peces nadan en los ríos…

La naturaleza siente, vive, toca…

HABITACIÓN A OSCURAS


Suaves melocotones siento en las yemas de mis dedos al tocar tu piel.
Un pañuelo de seda en mi cuello, es tu melena, cuando me acurruco en tu pecho.
Mi oreja nota el compás, de los latidos de tu corazón.
Acaricio con mi lengua, los sabores de tu boca.
Recorro con mi nariz, todo tu cuerpo desnudo.
Entrelazo mis piernas a las tuyas, para sentirte en mí.

Descansamos un instante, mojados sobre la cama.
Enciendo la luz del cuarto, para ver tu belleza, la que hace un rato tocaban mis manos.
Como antes te desnudé, ahora te visto lentamente.
Abrocho los botones de tu camisa, ato los cordones de tus zapatos...

Te miro a los ojos y te digo “Nos vamos?”.

Salimos a la calle, llueve, hace frío, tus labios rozan mis labios, hace calor, la lluvia me refresca, cierro los ojos, para volver a sentir tan sólo, en sentido del tacto...

lunes, 17 de diciembre de 2012

COGIDA DE SU MANO

Pensaba, que cogida de su mano, cualquier lugar, sería el lugar perfecto.
Pero no allí, no sentada delante de una bata blanca y una cara con gafas.
No escuchando la respuesta a una pregunta, que yo, ni siquiera había querido formular.
El "SI", atravesó mi cuerpo como una flecha, que esperaba, después de algún tiempo, podérmela arrancar.

Apretó mi mano con más fuerza, yo, por inercia, aparté el flequillo de mi cara.
Abrí los ojos al notar el pañuelo que cubría mi cabeza.
Vi la vía puesta en mi brazo, antes de levantar la mirada y encontrarme con la dulzura que transmitían sus ojos.
Aquello me devolvió al presente...

Durante un milisegundo, tuve la osadía de compadecerme de mi misma, de preguntarme "Porque a mi?".
Pero antes de permitirle a mis lágrimas hacer el más mínimo asomo, atrapé su sonrisa y la copié en mi rostro.
Volví a cerrar los ojos...

Mi noria, la que gira, la que representa nuestra vida, se hallaba en el punto mas alto de su recorrido.
Colgada de una cesta a 100m del suelo, fuertes ráfagas de viento, movían mi pequeño compartimento.
Yo me aferraba a mi asiento, intentando no resbalar, no caer al abismo,
intentando completar la rueda, acabar el viaje, poco a poco, frenando lentamente y cogida a una mano que me ayuda a apearme.

Lo cotidiano de la vida, dejó de ser tan cotidiano.
Ya no miraba, ahora observaba.
Ya no oía, ahora escuchaba.
Lo más importante en la vida, era la propia vida.
Ya no deseaba cumplir sueños, deseaba cumplir años.
Deseaba ver sus canas, que él viera mis arrugas.
Ver el fuego convertido en brasas.
La pasión en dulzura.
El "NO" en quizás.
Lo imposible en... Posiblemente.

 

jueves, 22 de noviembre de 2012

RETALES

He zurcido mi corazón, con el hilo que usabas para coser mis labios.

Son cordones de mis zapatos, la cuerda que usabas para atar mis manos.

De la seda que tapaba mis ojos, he hecho un pañuelo, para secar mis lágrimas, para limpiar mi alma.

Y he salido a la calle y, de un manotazo, he apartado, esa eterna nube gris que rondaba mi cabeza.

Y he aprendido a caminar, en lugar de ir de rodillas.

Y mis labios hoy sonríen, ya no tiemblan, ya no se agrietan.

Ya no pienses mas, que soy una muñeca rota.

Lo que ayer tu me enseñaste, ya no me sirve.

Ahora, mi lección, mi elección, es otra...

viernes, 26 de octubre de 2012

FUTUROS RECUERDOS

Hoy quiero escribirle a los recuerdos aún no vividos, a esos que algún día, espero llegar a tener.

A las canas no teñidas, a las arrugas creadas, por tragedias y alegrías.

A unas manos de piel fina y manchada, escribiendo, como siempre lo han hecho.

A las lágrimas de emoción, al ver los triunfos de mi hija.

A ese cosquilleo en las tripas, la primera vez que mi nieto me sonría.

A ese brillo en la mirada, cuando pienso en los besos que nos damos, este par de viejos.

A tantos momentos que viviré, a tantas emociones que aún me quedan por conocer.

Hoy quiero escribirle a esa anciana, que un día seré, sin saber, si realmente, lo llegaré a ser...