soy empujada por los Dioses del viento
a los 4 puntos cardinales,
para hallar en cada uno de ellos los mas bellos movimientos.
Bóreas me llevó al Ártico,
donde la grandeza del desprendimiento de un iceberg,erizó todo mi cuerpo.
Con Noto fui hacia el Sur y en la Sabana Africana
una estampida de elefantes
me dejó fascinada.
Junto a Céfiro pude ver como en las reservas indias
los caballos corrían libremente
siendo para mis ojos una maravilla.
Euro me empujó hasta las Costas Australianas,
donde el romper de las olas
llenaba de espuma hasta mi alma.
Y al finalizar este largo viaje
y despedirme de los Dioses de los vientos,
al regresar a casa, en ella me esperaba
Hathor, la Diosa de la danza.
Con ella andé hasta un teatro
y me senté en una butaca
y entonces entendí su presencia
entendí porque me acompañaba.
Recorrí de punta a punta los 4 puntos Cardinales,
creyendo haber hayado los mas bellos movimientos,
sin darme cuenta que me faltaba por ver,
el mas bello de todos ellos.
Y estando allí sentada,
por fin pude verlo,
vi bailar a Juan,
vi a Juan en movimiento.
